Esteban Gutiérrez Díaz-Bernardo (Mora, 1950) memoriademora@gmail.com
En razón de mi profesión, con cierta frecuencia me he visto obligado a presentarme encareciendo mi supuesta valía: catedrático de Enseñanza Secundaria, doctor en Literatura Española por la Universidad Complutense de Madrid, miembro de la Sociedad de Literatura Española del Siglo XIX, autor de trabajos de investigación, estudios críticos, ediciones de obras literarias… He dorado la píldora más o menos, he pormenorizado o no, he quitado y puesto; pero ni una sola vez he dejado de decir que nací en Mora.
¿Por qué? ¿Por ese patriotismo de campanario, tan estrecho, tan repulsivo, del que defiende contra viento y marea que lo suyo está por encima? «Desengáñate; como Mora no hay na», dicen que dijo un paisano nuestro tras un viaje al extranjero. Y no tenía razón: como Mora, y mejores, hay muchas cosas.
Pero no son mías. O, más propiamente, yo no soy suyo. Yo soy de Mora. Yo soy hijo de Mora, y en Mora me reconozco: soy el de Esteban y Pilar, de Esteban Gutiérrez Cermeño y Pilar Díaz-Bernardo Díaz-Paniagua; nieto de Esteban Gutiérrez Ramírez y Alejandra Cermeño García-Miguel, de Alejandro Díaz-Bernardo Vallejo y Luisa Díaz-Paniagua Jiménez. Y en Mora me crié, y respiré sin saberlo la ternura y abnegación de mi madre, y asumí sin saberlo el esmero y orden de mi padre, y conocí sin saberlo el amparo de mi hermana, y aprendí sin saberlo a cumplir con el deber como me inculcó mi maestro, don Julián García Villapalos; y admiré sin saberlo la bondad de mi tío Antonio Cermeño y los suyos; y me conmovió sin saberlo la amargura infinita del expatriado que fue mi tío Cristino de la Peña; y gocé sin saberlo del calor de Dionisio, de la amistad de Paco, de Florencio, de Juan Francisco…
Hoy, cuando sí sé todo esto, he comprendido que tengo con Mora una cuenta pendiente: la del que siente, acabada su vida profesional, que ha dado mucho a muchos y muy poco a los suyos, a lo suyo, a Mora. Pero puesto manos a la obra, compruebo alborozado que intentando saldar la cuenta recupero lo mejor de mí porque recupero a Mora, el pequeño paraíso perdido, el de la infancia: los portales, la posada, las doce en el reloj de la villa, el carro en la plaza para cruzar el chorro tras el aguacero, el trompeteo del pregonero o del aguador de la Antigua, la chiflata del afilador, el chuzo del sereno, la silueta del caimán, el espejo de la tienda de mi abuelo, los parises del tío Calero, el pan de Constancio, el junco de churros de Fortu, el hielo en cuartos de barra, el secreto de la hucha, la alegría de la feria, las estampas del chocolate Dulcinea, los partidos de fútbol en la glorieta nueva con un ojo puesto en los municipales, el hechizo de la banda de música…, y hasta el juego de albañil que nunca pude tener.
Lo primero de todo es darle las gracias por la página web. Tengo 34 años y soy licenciado en Historia por la Universidad Complutense, y sobre todo soy moracho de toda la vida.
Siempre he tenido esas «ansias de conocer» la historia más popular de nuestro pueblo. Hasta ahora lo publicado era más bien poco (los hermanos Pombo, Hilario Rodríguez de Gracia) en comparación con lo que debe de haber repartido en los distintos archivos de la geografía española sobre Mora.
Querido Esteban, te escribe una moracha muy cercana a ti y toda tu familia, quiero decirte que acabo de entrar en tu página y solamente leyendo la introducción que escribes en el apartado «acerca del autor» ya me ha emocionado, por lo que no tengo dudas de que todo tu trabajo sobre Mora será muy interesante y prometo leerlo detenidamente durante estos días, y también hacérselo llegar a mi padre, ya que estoy segura va a disfrutar leyéndolo. Ya tendremos tiempo de comentarlo próximamente cuando nos veamos.
Gracias por llevar siempre a Mora en tu recuerdo y tu corazón.
Esteban: Me ha encantado el trabajo que desarrollas sobre nuestro pueblo y te sugiero que sigas en esta misma línea. ¡Hay tantas cosas guardadas en los archivos sobre nuestro pueblo!
Con lo amplia que es la red, Yo, que no tengo ninguna afinidad con ese pueblo, ni con su autor, he ido a dar, por efecto de un buscador, aquí. Soy castellano, afincado en Valencia. He vivido en muchos sitios…..y pasados tantos años sólo sé dos cosas:
* que uno es de donde nace. No tienes tierra propia, uno pertenece a ella, que a todos nos arrulla y nos da sentido
* que la infancia es la única patria.
Me alegro haberme topado contigo……AMIGO
Esteban, después de encontrarme con tu trabajo me he decidido a dar este paso con la esperanza de poder aportar más datos sobre un moracho del que nadie ha oído hablar jamás y que ha quedado relegado en el más penoso de los olvidos. Curiosamente creo que Mora conserva su nombre en una de sus calles. Contactaré contigo. Un cordial saludo. Blanca Marín.
Estimado Esteban, soy un moracho que vive fuera de nuestro pueblo, y, por casualidad, he dado con esta página que, sinceramente, me ha llenado el ver a mi pueblo y su historia. Te animo a que sigas esta línea, para así dar a conocer la historia de nuestro pueblo. También te comento que he echado a faltar algo sobre la Guerra Civil en nuestro pueblo, hay tan poco escrito sobre ello, por lo que te animaría a hacer un trabajo serio sobre el tema. Como te he dicho antes, ánimo para seguir con este trabajo. Un saludo.
Esteban: Tanto me identifico con lo que dices en «acerca del autor», que con tu permiso y cambiando los detalles personales, lo hago mío.
Ánimo, enhorabuena y espero seguir leyendo tus interesantísimos estudios sobre nuestro pueblo.
Esteban: Te agradezco las noticias de Mora que publicas en tu página Web. Soy moracho de corazón y de nacimiento. La historia de Mora está escondida, apenas sabemos nada de ella y las noticias de los periódicos que recoges nos ayudan a comprender algo de la vida de nuestra Villa en el siglo XIX y XX. Te animo a seguir esta tarea ampliándola con otras noticias de otras fuentes, que sin duda conoces. Ánimo y adelante. +Cano de Mora
¡Que alegría me he llevado al encontrar esta página! Muchas gracias por el trabajo realizado y te animo a que continúes ampliando la información durante muchos años.
Esteban, muchas gracias, soy bisnieta de Leandro Navarro, y has hecho un trabajo maravilloso.
Siempre por mi abuelo Leandro supe lo que significó Mora para mi bisabuelo, y tú nos has dado mucha información. Feliz año a todos los morachos y un abrazo para ti. Marta Navarro.
¡ENHORABUENA!: DESGRACIADAMENTE UN TRABAJO BIEN PRECIADO ES EL QUE NO SE APRECIA: LA CALLADA LABOR DE LOS HISTORIADORES LOCALES, EN LOS QUE NADIE SE FIJA Y, SIN EMBARGO, MERECEN NUESTRA ADMIRACIÓN POR SACAR LAS LUCES DE NUESTRO PASADO Y ENTRONCARNOS CON NUESTRAS RAÍCES. José-Mª del Salado.
Felicidades, hace una labor maravillosa.
Amigo Esteban: soy Manolo Valverde. Me has emocionado con tus relatos y, aunque no nacido en Mora, en mucho me considero de ahí por los años que en ella pasé.
No tengo el honor de conocerlo, pero sí quiero darle profundamente las gracias por su trabajo, porque voy caminando por donde caminaron mis antepasados, y un acta de defunción de Hontanar, mi línea paterna, aunque soy valenciana de nacimiento por línea materna, me lleva a MORA a buscar a SANTIAGO ALANIS, natural de Mora, y gracias a sus escritos he encontrado el apellido ALANIS (qué orgulloso llevó mi padre este apellido, vivió creyendo que el apellido era Hontanariego). No acabada mi vida profesional, y con poco tiempo para esta inquietud, esta pasión, en la medida que pueda y me cuadran los tiempos que los Alanises que he localizado en sus escritos tienen que ser «los míos». Voy a desplazarme a Mora para conocerla, donde vivieron los míos e intentar encontrar alguna acta de nacimiento, defunción…algún dato sobre SANTIAGO ALANIS, según estimación tuvo que nacer entre 1800 en adelante ?. Muchas gracias porque simplemente leyendo por internet Mora, sus escritos, he localizado apellidos Alanis! Gracias. 🙂
Amigo Esteban. Conocía “Memoria de Mora”, pero he de reconocer que hasta hoy no había hecho una lectura detallada de su contenido. Te doy las gracias por toda tu aportación al conocimiento de nuestro pueblo y te animo a que sigas en esta senda. Los morachos te necesitamos.
Esteban, mi nombre es Aurelio, y soy hijo de una mujer, Vicenta Martín de Vidales Millas, cuya familia y ascendentes son y han sido todos de Mora. Acontecimientos posteriores a la guerra civil la hicieron abandonar su pueblo con sus tres hijas y recalar en Portugalete, donde formó una nueva familia. Agradecerte toda esta información de mi pueblo, Mora, que tienes publicada, y que por ello me hace ser más conocedor del pueblo de mi Ama.
Enhorabuena por todo el trabajo que haces, me parece lo mejor que puedes hacer por Mora. Me encanta la historia y sobre todo la de mi pueblo, me parece de un gran valor que dediques parte de tu tiempo a esta tarea, ya que así queda constancia escrita de la historia de nuestro pueblo. Muchas felicidades y muchas gracias por el trabajo tan maravilloso que haces, para mí tiene un infinito valor.
He conocido esta publicación por mi hermano y me ha producido una emoción inenarrable. Me senté a leerlo todo en un banco de la calle Bravo Murillo y me atrapó tanto que hasta que no terminé no pude llegar a mi casa. Yo no vivo en Mora, pero lo hice hasta los 13 años, después de la vendimia de 1966 nos vinimos a Madrid. Toda persona nacida en Mora y que sienta sus raíces te estaremos agradecidos por este magnífico trabajo. Te lo agradece vivamente. «El Calerito», hijo de Isabelo «el Calero» y Sagrario «la Chava».
Muchas gracias por este trabajo tan interesante sobre nuestro pueblo. Personas y paisanos perdidos en la memoria nos acercan a lo que fue ese trocito de historia. En estos días de encierro es una lectura que estimula el imaginario de los tiempos pasados y las ganas de volver pronto.