Recuperamos hoy a un moracho del que seguramente ni habíamos oído hablar. No así nuestros antepasados de hace un siglo, que, si bien no lo conocieron en persona, pudieron leer una biografía suya (de la que hubo en Mora un ejemplar, que perdimos, ay, como tantas cosas de nuestro pasado). Menos aún los morachos de hace siglo y medio, que tuvieron noticia de su relojería de la calle de Preciados de Madrid, tal vez por los periódicos, y de una fama bien ganada como constructor de relojes de torre que le llevó a numerosos pueblos de toda España. También a su patria chica, la nuestra, donde instaló el reloj de la torre de la iglesia, el reloj de la villa, como decían nuestros abuelos. Ir a Personas y personajes.
Mónico García-Rosel, relojero de Mora
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