Pesa la herencia del pasado. Pesa la tradición. Y la aceptamos en tanto que nos reconocemos en ella, en tanto que la vivificamos y nos vivifica. Pero no siempre es así: a veces se convierte en un peso muerto que puede acabar por aplastarnos. Y entonces resulta necesario revisarla. Esto es justamente lo que viene haciendo en los últimos años  Tomás Calderón —a quien recibimos de nuevo en Memoria de Mora con los brazos abiertos— en sus investigaciones sobre la Guerra Civil en nuestra villa, agregando ahora otro aspecto tan necesitado de revisión, y tan actual, como es el de la mujer. En este caso, el papel de la mujer —de las mujeres de Mora— en la contienda, a través de un numeroso grupo de morachas guiado por el afán de ayudar en las necesidades derivadas de las circunstancias de la guerra, y de mantener, defender y hacer progresar los derechos que la mujer había conquistado en aquellos años. Y a su autor le ha parecido que hoy, día 8 de marzo, Día de la Mujer, era un buen momento para darlo a conocer. Ir a Personas y personajes.