Hoy es una de las ocasiones en que Memoria de Mora lamenta no ser grande. Grande para poder dar a conocer la impagable labor que en su día realizó don Leandro Navarro en los olivares morachos. Y grande sobre todo para difundir a los cuatro vientos con tanta fuerza como emoción la pasión y la obra de Salvador Núñez en pro de las cosas de Mora. Cuando se cumplen cien años justos del nombramiento de don Leandro Navarro como hijo adoptivo de nuestra villa y apenas unos pocos meses de la dolorosa pérdida de Salvador, Memoria de Mora se honra con la publicación de este artículo póstumo del que fue amigo entrañable y generoso compañero. Ir a Personas y personajes.
Síguenos en Facebook
Síguenos en Twitter
- Con el conserje de la Protectora por las calles de la villa (1935) memoriademora.com/2021/02/26/con… 1 week ago