O tal vez habría que decir primer premio, puesto que el gordo por antonomasia era el de Navidad. Como el que vivieron con alborozo los morachos el día 22 de diciembre de 1927, jueves, del que habíamos hablado aquí mismo, en el número 7 de estos Breves. En años posteriores, la suerte se limitaría en las Navidades a sendos premios menores, en 1934 (de 60.000 pesetas) y en 1935 (de 25.000 pesetas). Aunque en 1946, ya en la posguerra, los periódicos recogerían el caso de Hilario Lumbreras Díaz, más conocido como Hilarito el del Tambor, que el mismo día del sorteo recibió por correo desde Valencia un vigésimo del segundo premio, el 12.781, por el que le correspondieron 300.000 pesetas, lo que era más que un buen pellizco (ABC, 22-XII-1946, p. 24). Pero hasta entonces, la única vez que nuestros abuelos o bisabuelos habían podido celebrar un primer premio había sido el 11 de marzo de 1914, y este es precisamente el caso que queremos traer hoy a Memoria de Mora, no tanto por la cuantía del premio como por la rareza del suceso… Ir a Breves.
Otro gordo de la lotería (1914)
Bernardo Marín del Campo, productor de cine (1924)
De Bernardo Marín del Campo sabíamos algunas cosas, pero eran —y son— muchas más las que ignorábamos, entre ellas la que traemos hoy a Memoria de Mora y que nos parece una verdadera revelación. Porque resulta que nuestro personaje es el primer productor cinematográfico —y creemos que el único hasta la actualidad— nacido en la villa del jabón famoso. Marín del Campo no solo fundó en Madrid una productora, Ediciones Marincampo, con la que produjo dos películas de éxito celebradas por crítica y público, sino que lo hizo en el momento en que el cine español se iba consolidando como espectáculo y comenzaba a forjar una industria cinematográfica propia. Lo que quiere decir que Marín del Campo debe ser considerado uno de los pioneros de la que fue una hermosa aventura. Una aventura que nos complace dar a conocer cuando se cumplen cien años de la realización de La mala ley y Los granujas, las dos películas que produjo Bernardo Marín del Campo y Peñalver. Ir a Personas y personajes.
Un homenaje a don Francisco Sánchez de Sonseca (Teatro Principal, julio de 1980)
Don Francisco Sánchez de Sonseca Jiménez (1900-1982) fue un moracho al que las circunstancias parecían abocar a la irrelevancia, si no a la desdicha, pero que con tesón y talento logró sobreponerse a la adversidad hasta dejar entre nosotros una honda huella como artista y como hombre. Le conocíamos sobre todo como autor del busto dedicado a Pablo Iglesias y emplazado en la Glorieta Nueva en septiembre de 1932, y también como profesor del Instituto de Segunda Enseñanza en los años de la República. Pero hoy nos llega un valioso documento que amplía nuestro conocimiento sobre el personaje y, a la vez, da fe de un acto tan relevante como lo fue en su momento el homenaje que los morachos ofrecieron a Sánchez de Sonseca en el Teatro Principal el día 26 de julio de 1980, poco antes de su muerte. Se trata de la intervención en ese acto del profesor Félix Martínez de la Cruz, que reproducimos a continuación, a partir del manuscrito que él mismo nos ha facilitado. Ir a Personas y personajes.
Primer acercamiento a Vicente Arias Archidona (1904-1993), escritor moracho
Era para nosotros un completo desconocido. Desconocíamos su nacimiento en Mora. Desconocíamos su condición de escritor (y de escritor más que estimable). Desconocíamos su existencia misma. Nada sabíamos de Vicente Arias Archidona, un moracho que vivió casi entero el siglo pasado, funcionario del Catastro en Murcia y en Madrid y prolífico autor de novelas. Un autor al que empezaremos a conocer aquí a través de algunos apuntes biográficos que hemos podido reunir y a través también de la que parece ser su primera obra publicada, un «boceto de comedia a la manera clásica» que resulta ser un ejercicio literalmente deslumbrante que editamos y examinamos hoy en Memoria de Mora. Un autor sobre el que volveremos, Dios mediante, y que es desde este momento objeto preferente de nuestra atención. Recuerde el lector: Vicente Arias Archidona. Ir a Personas y personajes.
«Falleció en Mora». Esquelas y necrologías de morachos en la prensa madrileña y toledana (1869-2022)
Hoy traemos un libro insospechado, casi fortuito. Un libro que ha surgido de manera espontánea cuando, al ir reuniendo datos biográficos de morachos y morachas, hemos caído en la cuenta, levantando la vista, de que disponíamos de una buena cantidad de esquelas mortuorias y de artículos necrológicos que demandaban ser conocidos. Y es lo que ponemos en manos de nuestros amigos de Memoria de Mora: un total de 349 esquelas que corresponden a 137 varones y 74 mujeres que nacieron o vivieron en Mora en los últimos doscientos años. A las que se añaden 89 necrologías, algunas de ellas especialmente relevantes, amén de 22 esquelas suplementarias correspondientes a familiares —generalmente cónyuges— de algunos paisanos nuestros que un día se ausentaron de la villa. Todo lo cual queda integrado en las 204 fichas que ponemos a disposición de los lectores, en las que hemos incluido por nuestra parte, cuando nos son conocidos, los principales datos biográficos de la persona en cuestión, sobre todo los que afectan a sus relaciones de parentesco. Ir a Biblioteca.
La presencia de la mujer en asociaciones políticas durante la Guerra Civil: Mora, 1936–1939
Pesa la herencia del pasado. Pesa la tradición. Y la aceptamos en tanto que nos reconocemos en ella, en tanto que la vivificamos y nos vivifica. Pero no siempre es así: a veces se convierte en un peso muerto que puede acabar por aplastarnos. Y entonces resulta necesario revisarla. Esto es justamente lo que viene haciendo en los últimos años Tomás Calderón —a quien recibimos de nuevo en Memoria de Mora con los brazos abiertos— en sus investigaciones sobre la Guerra Civil en nuestra villa, agregando ahora otro aspecto tan necesitado de revisión, y tan actual, como es el de la mujer. En este caso, el papel de la mujer —de las mujeres de Mora— en la contienda, a través de un numeroso grupo de morachas guiado por el afán de ayudar en las necesidades derivadas de las circunstancias de la guerra, y de mantener, defender y hacer progresar los derechos que la mujer había conquistado en aquellos años. Y a su autor le ha parecido que hoy, día 8 de marzo, Día de la Mujer, era un buen momento para darlo a conocer. Ir a Personas y personajes.
El monumento a Pablo Iglesias: un episodio del socialismo moracho
No es esta la primera vez que en Memoria de Mora nos acercamos a Pablo Iglesias Posse (1850-1925), padre del socialismo español y, más allá del partidismo ideológico, figura señera de nuestra historia política contemporánea. Ni siquiera es la primera vez que abordamos el asunto que motiva nuestro estudio de hoy: el del monumento con que los morachos homenajearon su ejemplo y su memoria en 1932. Pero sí lo será en los pormenores que aportaremos al tema en esta ocasión, y, más aún, en la atención que dispensaremos a la dimensión histórica o temporal de dicho homenaje, a sus causas y efectos, a sus antecedentes y derivaciones. Ir a Casos y cosas.
José Patricio Clemente, «Páginas de la virtud y otros escritos»
José Patricio Clemente (1827-1909) no es moracho, ciertamente, por los cuatro costados, pero sí lo es por más de uno. Desde luego. En Mora nació su madre, Leonarda López del Campo; en Mora ejerció de maestro su padre, Victoriano Clemente; en Mora nacieron varios de sus hermanos, o quizá todos ellos; en Mora vivió su infancia el propio José Patricio; y a Mora reconoció como suya al morir, cuando la distinguió en su legado a la par que los pueblos en que nació y murió, Puebla de Don Fadrique y Moral de Calatrava, respectivamente. Razones de peso, mérito aparte, para reservarle un espacio en la Biblioteca de Memoria de Mora. Un espacio que queremos ocupar con su libro Páginas de la virtud y con una selección de artículos sobre enseñanza, su vocación y su pasión, que nos revelan la enorme dimensión de su figura humana y profesional (Ir a Biblioteca).
Morachas, y morachos, de 1885
En la línea de la que publicamos en su día para auxiliar en 1896 a los heridos y enfermos en la Guerra de Cuba, damos cuenta hoy de una suscripción anterior, de 1885, en que los vecinos de Mora muestran una vez más su solidaridad con los desfavorecidos. Se trata en este caso de la relación de donantes, 244 morachos y, sobre todo, 445 morachas, que colaboran en la colecta que en enero de 1885 promueve el arzobispado de Toledo para socorrer a las víctimas del terremoto que el día de Navidad de 1884 asoló una extensa zona de las provincias de Granada y Málaga. Ofrecemos en estas páginas la citada relación, completada con otras dos listas de elaboración propia que nos parecen de utilidad: una alfabética y otra de donativos, que ordenan respectivamente los nombres de los donantes y las cantidades donadas. Ir a Personas y personajes.
Memoria de Mora 