Más de una vez hemos aludido aquí a la creciente prosperidad que vive Mora a lo largo del siglo XIX y que culmina en el primer tercio del XX. Así lo atestigua tanto el elevado y continuado incremento de su población como las numerosas construcciones públicas o de uso público realizadas en la villa en la nueva centuria, de la Glorieta (1907) al Ayuntamiento (1930). Son años en que se activa un proceso de industrialización que venía de lejos, cuando la calidad excepcional del jabón moracho había abierto para la villa buena parte de los mercados de Madrid, de España y de otros puntos del mundo. Un observador tan cualificado como don Juan Marín del Campo lo certifica a comienzos de 1912: «Hace unos diez o doce años no se veían, o por lo menos no abundaban en este pueblo, esas airosas y piramidales chimeneas que revelan al forastero la existencia de algún centro fabril. Pero hoy ya se yerguen gallardamente bastantes chimeneas, y raro es el año que no se construyen o se abren una o dos fábricas nuevas con alientos de robusta vida»… Ir a Casos y cosas.
Dinero llama a dinero: llegan los bancos (1921 y 1929)
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Por favor, preguntar a vuestros mayores a ver si saben algo del cuadro de Fr. Francisco de la Cruz y de la casa donde nació que tenía una cruz en la puerta, gracias:
«en 1924 : «En la iglesia parroquial de dicha villa se conserva un hermoso cuadro pintado al óleo que representa al vene-rable fray Francisco de rodillas y cargado con una grande cruz. A su lado se ve la Santísima Virgen con el Niño Jesús, el cual está colocando una corona de rosas sobre la cabeza del Venerable». Y agrega que en su casa natal, «sobre la puerta de la sala donde nació el siervo de Dios, hay colocada también una grande cruz, la cual, según tradición de aquel pueblo, fue llevada allí por un mendigo, que desapareció después de haber dicho estas palabras: Aquí naciste, fray Francisco de la Cruz. La familia, en memoria de este caso extraordinario, puso la cruz sobre la puerta, y allí se conserva hasta el día de hoy»
El cuadro y la cruz de su casa debieron desaparecer en la guerra, todavía tienen que quedar mayores que puedan aportar algún dato de donde estaba la casa o que paso con dicho cuadro.
Buen artículo. Gracias.