Compuesta, sin novio…

…Y sin 2.250 pesetas. Por si no era poco el infortunio de la mujer —en su desvalimiento tópico tradicional— que perdía de golpe el novio y el casorio, he aquí una situación aún más grave, pues la moza en cuestión hubo de rascarse el bolsillo, y bien rascado. Esas 2.250 pesetas, hoy poco más de 13 euros, representaban hace cien años «una respetable cantidad de dinero»; tanta, por hacernos una idea, como para poder llegar a comprar hasta siete relojes de bolsillo de oro de 18 quilates (marca Lepine, a 318,75 pesetas uno, como leemos en un anuncio de por entonces)… Ir a Cajón de sastre.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada , , , , , , , , , , , , , , . Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario