Entregamos a la reflexión de las mujeres casadas que reniegan de su condición una muestra de la dicha que gozan las esposas de los indios:/ 1. No tendrá la mujer sobre la tierra otro ídolo que su marido./ 2. Que el marido sea viejo, contrahecho, repugnante, brutal, o que malgaste locamente sus bienes, la mujer debe poner todo su interés en tratarle como su amo y soberano señor./ 3. Una criatura femenina es nacida para obedecer en todo tiempo: cuando niña, debe inclinarse ante su padre; cuando mujer, ante su marido, y cuando vieja, ante sus hijos… Ir a Cajón de sastre.
Una de indios
Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada El Nuevo Ateneo, Esteban Gutiérrez Díaz-Bernardo, Historia de Mora, Mora, Mora de Toledo, Prensa toledana, Una de indios. Guarda el enlace permanente.