Dengue. Trancazo. Influenza. Grippe. Gripe. Gripa. Con semejante variedad de términos aluden los periódicos y los tratados de medicina y sanidad de la época a la epidemia que más tarde sería conocida como la gripe rusa, que venía haciendo de las suyas desde 1889 por toda Europa y que experimentaría en el verano de 1891 un rebrote particularmente importante en tierras toledanas, especialmente en Mora, Orgaz, Sonseca, Mascaraque, Manzaneque y otras localidades de la provincia. Por más que no parece que se cobrase una crecida cantidad de víctimas mortales, su extensión resultó verdaderamente formidable, con unas cinco mil personas, nada menos, invadidas en nuestra villa, lo que significa que llegó a afectar a bastante más de la mitad de la población. Ir a Casos y cosas.
Cuando la gripe no era la gripe: el dengue, trancazo o influenza de 1891
Esta entrada fue publicada en Sin categoría y etiquetada Carlos Castel y Clemente, Catástrofe de Consuegra en 1891, Dengue de 1891, Esteban Gutiérrez Díaz-Bernardo, Francisco Rivas Moreno, Gripe de 1889, Gripe de 1891, Gripe en Mora, Gripe rusa, Historia de Mora, Influenza de 1891, Luis Taboada, Mariano de Cavia, Mora, Mora de Toledo, Mora en 1891, Mora en El Día, Mora en El Imparcial, Mora en la prensa, Mora en la prensa madrileña, Mora siglo XIX, Sucesos de Lillo en 1891, Trancazo de 1891, Vicente Chiralt y Selma. Guarda el enlace permanente.