Consérvase entre muchas personas la costumbre de conducir al cementerio los cadáveres de los párvulos en cajas abiertas. En esta época [de verano] los cadáveres entran en putrefacción muy pronto, y conducidos en esta forma, van esparciendo por la calle olores miasmáticos que además de repugnantes pueden ser y son perjudiciales para la salud pública. Y como todo lo que a esta se refiere es de interés vital, suplicamos al señor gobernador civil, al señor alcalde, o a quien competa, que prohíba terminantemente esta costumbre… Ir a Cajón de sastre.
Niños y féretros
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