Así es, y con ello queremos decir que se trata de un proyecto ampliamente deseado, pretendido, difundido y perseguido a lo largo de muchos años, que en varios momentos varía y se amplía, y que sin embargo no solo no llegó a culminarse, sino ni siquiera de hecho a iniciarse materialmente. De aquí la paradoja de nuestro título. El proyecto surge en 1892 y es retomado en una proposición de ley presentada por el diputado don Miguel Morayta en 1903, que «se refería a la concesión de un ferrocarril de tracción de vapor, sin perjuicio de convertirlo en eléctrico, de vía estrecha, que, partiendo de Alcázar de San Juan y tocando las villas de Herencia, Villafranca, Camuñas, Madridejos, Consuegra y Turleque, terminara por ahora en Mora de Toledo»…. Ir a Casos y cosas.
El ferrocarril Alcázar-Mora, o el cuento de nunca acabar nunca iniciado
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