Fuera de algunas excepciones —la Guerra Civil, por ejemplo—, Mora ha sido a lo largo del tiempo, por lo que conocemos, una villa «tranquila y pacífica», como leeremos a continuación. Pues bien, una de esas épocas excepcionales se produce en 1871, cuando el diario republicano La Discusión registra dos sucesos verdaderamente escalofriantes. He aquí el primero, de julio de ese año: En la tranquila y pacífica villa de Mora, provincia de Toledo, ha ocurrido el día 14 del corriente un hecho de esos que revelan instintos salvajes en el hombre… Ir a Breves.
Dos tragedias de 1871
Un invento notable (que sustituye a la ropa)
Un ilustrado profesor del Seminario, D. Julio Navarro Briones, ha patentado un invento que, si es como nos le han escrito, revolucionará inmediatamente la manera de vestirnos, la higiene, el arte de la calefacción y hasta el método de abrigarse en las trincheras. Trátase de un producto que, aplicado como tela al cuerpo, le conserva en su temperatura normal lo mismo en el Polo que en el Ecuador… Ir a Cajón de sastre.
Toros en Mora (1876-1935)
Desde el momento de su inauguración, en 1876, la Plaza de Toros de Mora ha venido ofreciendo hasta nuestros días corridas de toros y de novillos y otros espectáculos taurinos. Queremos hoy dar razón, partiendo de la prensa digitalizada, de los acontecimientos celebrados en el coso moracho antes del comienzo de la Guerra Civil: Marcial Lalanda niño toreando un becerro, Dominguín en una de sus primeras novilladas, Nacional II poco antes de su trágica muerte…, son algunos de los diestros que pisaron la arena de nuestra Plaza en esos sesenta años. Ir a Casos y cosas.
Un altercado muy serio (1841)
No sabemos gran cosa acerca de nuestros paisanos a lo largo de la historia. Los datos, desde luego, apuntan al moracho tipo, al moracho abstracto, como persona seria, trabajadora y pacífica, poco dada a excesos y conflictos. Pero de que hay excepciones, y señaladas, no caben dudas. Véase si no lo que leemos encabezando la sección “Revista de las provincias” de un día de junio de 1841 en El Católico, diario carlista que había visto la luz en marzo de 1840 con el subtítulo de Periódico religioso y social, científico y literario, dedicado a todos los españoles, y con especificidad al clero, amantes de la Religión de sus mayores y de su Patria. Nada menos. Pues esto es lo que trae… Ir a Breves.
Decálogo higiénico
Como no ignoran nuestros amigos de Memoria de Mora, al menos los de cierta edad, el decálogo es el conjunto de los diez mandamientos de la ley de Dios, que estudiábamos de memoria, y hasta cumplíamos, cuando éramos chicos. En nuestro tiempo, sin embargo, ha pasado a significar también, como trae el Diccionario de la Real Academia, “conjunto de normas o consejos que, aunque no sean diez, son básicos para el desarrollo de cualquier actividad”. Y así, espigando en internet, hallamos que hoy hay decálogos de casi todo o para casi todo… Ir a Cajón de sastre.
Periodistas morachos: Rosa Pombo (1897-1986)
La producción periodística de Rosa Pombo es ciertamente breve, pero no insignificante, como podrá comprobarse, lo que nos ha decidido a dedicarle un artículo propio. Va ligada a la Página de Mora de El Castellano, que fundó y dirigió su marido, don Santiago Fernández y Contreras, y en ella colaboró asiduamente bajo el seudónimo de Marcela, como sabemos a través de su hijo Alejandro, que en paz descanse, quien en carta de julio de 2012 nos certificaba la que para nosotros era entonces una firme sospecha. No hay duda, por tanto, aunque en ninguna parte lo declare, que Marcela es Rosa Pombo, doña Rosa Pombo, como siempre la conocimos en Mora… Ir a Personas y personajes.
Otra visita a Mora del rey José Bonaparte (junio de 1809)
Dentro de esta misma sección de Breves (número 19), hace unos meses nos deteníamos en la visita, ya conocida, que el rey José había hecho a la villa el 9 de enero de 1810 y en la que había condecorado a nuestro muy ilustre paisano el obispo don Francisco de la Cuerda (1747-1815). No volveremos sobre el caso sino para dar cuenta de una anterior visita real a Mora, hasta ahora desconocida, acaecida seis meses antes, concretamente el 24 de junio de 1809. Encontramos la información de este viaje en la Gaceta de Madrid, en una noticia que transcribimos sin más… Ir a Breves.
Besos en los tribunales
Los tiempos cambian, y cómo cambian… Es posible que a nuestros lectores jóvenes el título de esta nota les mueva a extrañeza, si no a risa. ¿Es que alguna vez un beso ha sido motivo de denuncia ante un juez? ¿Es que alguna vez alguien ha pretendido cobrar mediante un juez los besos recibidos? Pues no se asombren ni se burlen, amigos incrédulos de Memoria de Mora, porque presentamos las pruebas de que en 1906, y con pocos días de diferencia, en materia de besos pasaban por el mundo, de Colmenar Viejo a Londres, casos tan curiosos como los que hoy traemos… Ir a Cajón de sastre.
Antes del tren (1868-1879)
Recogemos aquí unas breves notas que desde la prensa madrileña enfocan a Mora y el tren, es decir, a la línea férrea que unió la villa con Ciudad Real y Extremadura por un lado, y, sobre todo, con Madrid por otro. Presentamos una sucinta visión de cómo se hacía el transporte en 1868, desde y hasta nuestro pueblo, mayoritariamente en carro; los esfuerzos de los morachos para conseguir que la nueva línea Madrid-Ciudad Real pasara por Mora; algunos conflictos con los obreros en los trabajos de construcción; el robo de que fue objeto el cajero de la compañía, y los planes para la inauguración de la línea una vez concluida su construcción… Ir a Casos y cosas.
Mora y la Guardia Civil
En 1863 los morachos andaban sobrecogidos. ¿La razón? En parte quizá a causa de lo sucedido en agosto: se había cometido en la villa «un robo de 18.000 reales por cuatro hombres desconocidos, tres de los cuales se presentaron a caballo». Pero sobre todo por lo que anunciaba una noticia pocas semanas después: «Dicen de Toledo el 28 que acababa de ser cogido en uno de los cigarrales, extramuros de aquella ciudad, otro de los presos fugados de la cárcel. Es el conocido por el Mellado, que estaba condenado a muerte como envenenador de su hija y de su mujer». Mejor dicho, andaban sobrecogidos por lo que se infería de la continuación de esta noticia… Ir a Breves.